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El Teatro “BERNARDO REYES” estuvo ubicado precisamente en la acera poniente de la Calle Julián Villagrán, en el No. 628 Norte (Entre: Isaac Garza y Gral. Jerónimo Treviño) a un costado del cine ENCANTO. Originalmente fue una terraza y luego ya pasó a ser una sala de cine formal, y posteriormente en la década del 70 fue remodelado. Hoy es un predio baldío.
El cine fue llamado Bernardo Reyes en honor del General (militar)del mismo nombre quien fuera Gobernador del Estado de Nuevo León por más de 20 años y padre del famoso literato Alfonso Reyes, quién lamentablemente no pudo asistir por encontrarse en la Ciudad de México, pero quién envió este saludo:
“Las conmemoraciones justicieras enaltecen tanto a quien las recibe como a quien las hace.
Con toda emoción y afecto salúdolos.
Alfonso Reyes
El Bernardo Reyes según describe un desplegado de prensa del periódico EL PORVENIR publicado el viernes 24 de julio de 1942, estaba equipado:
“con lo más moderno en la materia en la materia: SONIDO RCA ALTA FIDELIDAD, aparatos de proyección SUPER-SIMPLEX, espléndida decoración, magnífica refrigeración, etc.”
El desplegado también señala (textualmente):
“Serán Invitados de Honor a esta fiesta inaugurativa: el C. Gobernador del Estado BONIFACIO SALINAS LEAL; el H. Cuerpo Legislativo de esta Entidad: el C. Gral. De División FRANCISCO L. URQUIZO y su Estado Mayor; el C. Presidente Municipal Prof. ELISEO B. SÁNCHEZ y HH. Miembros del Ayuntamiento; doña MARÍA REYES VDA. DE DÁVILA y el Sr. Ing. Don BERNARDO DÁVILA REYES dignos descendientes del probo gobernante Gral. Don BERNARDO REYES, cuyo nombre se honra en llevar este centro de espectáculos.
Inauguración
El viernes 24 de julio de 1942, se inauguró a las 20:30 horas en punto, con un programa presidido por el gobernador del Estado de Nuevo León General Bonifacio Salinas Flores; la orquesta de Isaac Flores y varios números musicales, seguidos de una disertación alusiva a este acto por el eminente escritor español EDUARDO ZAMACOIS.
Tras un intermedio, a la pantalla llegaron los SUCESOS PARAMOUNT, últimas noticias de los frentes de guerra! (Servicio exclusivo aéreo). Le siguió LOS AMANTES DE LA DISCORDIA, divertida comedia en dos rollos. A OTRO PERRO CON ESE HUESO Sinfonía Tonta a colores de Walt Disney, por el perro PLUTO.
Como segunda parte del programa se proyectó como película inaugural la cinta norteamericana LA MÁSCARA DE FUEGO (The Face Behind the Mask) protagonizada por Peter Lorre y Evelyn Keyes, bajo la Dirección de Robert Florey y estrenada en los Estados Unidos el 16 de enero de 1941. En México se estrenó el 4 de julio de 1941 en el enorme cine Orfeón (3,942 butacas) del D.F. (Hoy Ciudad de México).
La trama narra como un relojero desfigurado y rencoroso con la sociedad se embarca en una vida delictiva.
El célebre crítico cinematográfico Leonard Maltin otorgó a la película tres de las cuatro estrellas posibles y calificó la película como «extremadamente bien hecha con un presupuesto reducido.»
En las carteleras de la prensa lo anunciaban como cine B. Reyes, es decir sólo la inicial de Bernardo y cuándo yo empezaba a leer me gustaba mucho revisar las carteleras de los cines en los periódicos locales y lo leía entonces de corrido como “BReyes”.
Contaba con dos niveles, una Luneta en dónde esa noche el costo del boleto para una persona adulta fue de $1.25 en Luneta y un Anfiteatro al que se podía acceder con un boleto de $0.35 Cts.
El recinto tuvo un lleno total y varias personas ocuparon hasta los pasillos. El evento se “radió” a través de la XEFB (La Voz del Norte de México) fungiendo como Maestro de Ceremonias el distinguido poeta HUMBERTO CALDERÓN.
A las 3:30 se llevó a cabo previamente la bendición del recinto y como se puede leer en una gacetilla publicada en el periódico EL PORVENIR al día siguiente, el sábado 25,
…“se contó con la presencia de los Sres. Adolfo y Antonio Rodríguez propietarios y operadores de la nueva sala, así como familiares y amigos cercanos. La ceremonia fue encomendada al Reverendo Padre Job que oficia en el Templo de La Purísima, quién con los ordenamientos rituales bendijo este edificio”…
En otra gacetilla del mismo diario también del sábado 25, en la página 8 se puede leer:
“El pórtico, vestíbulo, sala de espectáculos, foro, en todo puede apreciarse un estilo moderno y elegante por su sencillez, pues se tuvo buen gusto en escoger para su decoración tonalidades tenues de verde, de azul y de violeta, con adornos en color marfil.
Tras la exhibición de la película se sirvió en el foyer un lunch champagne a los invitados de honor.”
El sábado 25 de julio inicia su programación normal para todo el público a partir de las 4 de la tarde con la proyección de la película UNA CITA CON EL HALCÓN (A Date with the Falcon) de 1942protagonizada por George Sanders y como complemento del programa UN TÍO IMPROVISADO (Unexpected Uncle) con: Anne Shirley y James Craig. Los costos de los boletos al público era de $1 Peso en Luneta y .35 Cts. En el Anfiteatro.
«Delicados por favor«…
Pocos recuerdos tengo de mi asistencia a esta sala, pero uno sí quedó grabado en mi memoria. En una ocasión nos fuimos mis dos hermanos y yo en apenas los inicios de la adolescencia a ver un programa de películas mexicanas en Blanco y Negro, no sé si eran dos o tres. Una de ellas era casi seguro MUNDO, DEMONIO Y CARNE de 1960, y lo creo porque tiene como protagonistas a Luz María Aguilar, Augusto Benedico y Tony Carbajal en un papel de cura. Ella siempre me ha parecido además de excelente actriz una muy hermosa mujer y la recuerdo en la pantalla. Benedico por su parte, también excelente actor contaba además con un timbre de voz grave e inconfundible. Tony Carbajal luego pasó una larga temporada en Monterey haciendo teleteatros para el Canal 6 de Monterrey. Ya el título deja entrever que era una película “Fuerte” pero en la que al final el sacerdote (Carbajal) se recetaba un sermón moralista digno de ser recitado un Viernes Santo en el Viacrucis de Iztapalapa.
Mis hermanos y yo compramos entre los tres unos cigarros Delicados porque eran de los más baratos, pero eran ovalados, sin filtro y muy apreciados entre los buenos fumadores. Para no llegar a la casa con “evidencia”, ¡nos fumamos toda la cajetilla! (No sé si les dábamos “el golpe”) pero llegamos terriblemente apestosos a cigarro. La regañada de papá no se hizo esperar y ni cómo negar los hechos con tan olorosa evidencia. Así que esa tarde recibimos -al menos- ¡doble lección moral, la de la película y la de papá!
Agradezco muy especialmente a Don Gerardo Cantú Director General del periódico EL PORVENIR su invaluable apoyo para investigación de este trabajo…
cinesaurio.com 