El legendario REX

Para hablar del REX hay que mencionar primero a sus ancestros, así que viajemos a un pasado todavía más remoto pues como había anticipado, en ese mismo espacio se construyeron antes dos magníficos teatros que fueron grandes centros para la cultura, el entretenimiento y la socialización de la sociedad regiomontana y de sus visitantes.

El Cine REX tercera construcción sobre el mismo predio debía ser inaugurado acorde a la agenda original el viernes 1 de octubre de 1937, pero el evento se canceló de última hora por cuestiones sindicales.

Inauguración: 1 de octubre de 1937 / Cancelada

Apertura al público sábado 2 de octubre, 1937

También se destacaba la comodidad de sus butacas, pues eran de asiento acojinado y los respaldos de madera sólida, lo mismo que el piso, y los pasillos ricamente alfombrados.

Y algo fundamental, seguridad para los asistentes. Desde el nacimiento del cine a finales de 1895 y todavía hasta esta década de los 30. Los incendios en teatros y salones de cine era comunes y esto se debía en parte a que el soporte físico de la película contenía abundante cantidad de Nitrato de Plata, elemento sumamente inflamable y que cuando una cinta se rompía o se atoraba en el proyector, la intensa luz y calor producidos por la lámpara de arco eléctrico, hacían que la película se incendiara como una mecha de pólvora y el fuego se propagara rápidamente en las antiguas edificaciones construidas mayormente de madera y decoradas con grandes piezas de tela para cortinas, adornos y telones.

Además el cableado eléctrico era aún muy deficiente en sus aislantes e igualmente propició muchos fuegos debidos a cortos circuitos.

El REX contaba con diversas salidas de emergencia bien distribuidas para un desalojo rápido del público en un caso de emergencia. Un telón de asbestos (anti-fuego), y equipo de extinguidores. La caseta de proyección estaba perfectamente aislada del resto del teatro; lo que allí sucediera, como el incendio de una película, no se exteriorizaría a la sala. Todo esto lo ponía a la vanguardia sobre las demás salas de cine en la ciudad.

Ya en la década de los 60, el REX era la sala donde se exhibían las películas europeas y que generalmente eran para mayores de edad (Muchas de ellas hoy a lo sumo alcanzarían una clasificación “B” o “B15”). En mi adolescencia cuando cursaba la secundaria entre 1965 y 1967, unos cuantos compañeros de clase y yo nos escurríamos por la tarde después de clases y lográbamos colarnos para ver alguna película tal vez más por el morbo adolescente que por admirar alguna “joya” de algún aclamado director. Tal vez la primera o al menos una de las primeras que vi y que me impactó para toda la vida fue la italiana Il Sorpasso (1962) titulada en México como LA VIDA FÁCIL realizada por Dino Risi y protagonizada por uno de los grandes “monstruos” del cine europeo Vittorio Gassman [quién también realizara la versión original de PERFUME DE MUJER (Profumo di donna de 1974) y a la que Al Pacino le hizo una versión muy popular para el cine de Hollywood en 1992 titulada Scent of a Woman)]. Actúan también la espectacular estrella del cine francés Catherine Spaak de apenas 17 años y el entonces joven actor Jean-Louis Trintignant que poco después lograría gran notoriedad mundial como protagonista de UN HOMBRE Y UNA MUJER (Un homme et une femme) de 1966 al lado de la bellísima Anouk Aimée. Por cierto, en la banda sonora de Il Sorpasso se escucha un “Twist” que se hizo famoso mundialmente “Guarda come dondolo” interpretado por Edoardo Vianello y que en México fuera el entonces cantante juvenil Fabricio quien hiciera el “Cover” con el título “Mira Como Me Balanceo”, versión muy popular allá en los 60’s.

Y… ¿La cartera, apá?…

Una anécdota que recuerdo vívidamente, es cuándo una noche tocan a la puerta de la casa en dónde vivía y abre mi papá. Era una persona desconocida pero que se había tomado la molestia de caminar casi cinco cuadras para ir hasta mi domicilio ¡A devolver mi cartera que había encontrado en el cine! Unos amigos y yo nos habíamos escapado al cine REX obviamente sin permiso y yo subí los pies (indebidamente) sobre el respaldo de la butaca de enfrente y la cartera se deslizó y se me salió de la bolsa trasera del pantalón. Papá así se enteró de lo sucedido y muy enojado me dijo: ”Te fuiste al cine ¿Verdad?”, sin darse cuenta de que con eso me daba el antecedente de que ya estaba enterado de mi escapada, así que sin pensarlo mucho, asentí y creo que con eso salve un poco “el pellejo”. No recuerdo qué le molestó más, sí que hubiera visto una cinta para adultos o el que me haya escabullido a hurtadillas y sin su permiso…

¡Espera el susto!…

Hacia finales de 1969 ya era yo un joven y con frecuencia iba al cine solo y en el REX vi un “thriller” buenísimo y además muy taquillero ESPERA LA OBSCURIDAD (Wait Until Dark)con las espectaculares actuaciones de: Audrey Hepburn (nominada al Oscar a mejor actriz), Alan Arkin y Richard Crenna.

La trama narra como una mujer ciega es aterrorizada por un trío de matones mientras buscan una muñeca rellena de heroína que saben que está escondida en su apartamento… El suspenso va rápidamente en aumento y la frágil mujer debe defenderse especialmente de un psicópata dispuesto a todo para recuperar la droga… Ella tiene a su favor la penumbra en que se encuentra la casa, a la que está acostumbrada por ser invidente y no hace diferencia para ella si hay o no luz. Hacia el final de la película hay una secuencia que causó gran sobresalto a los espectadores. Tras herir al delincuente que aparentemente queda muerto, en una siguiente escena él brinca sobre ella atrapándola por los pies. Para los 60s esto del “aparecido de repente” era todavía una novedad y causaba pánico entre los espectadores. Era un domingo cuando fui a verla, la sala estaba llena y al llegar a ese punto, una señora a quién yo no conocía y que estaba sentada en la butaca a mi lado derecho, del susto agarra con su mano mi rodilla y aprieta muy fuerte algún nervio o músculo haciéndome pegar un brinco hasta quedar completamente de pie… la risa de los vecinos no se hizo esperar creyendo que yo era el asustado y pues entonces con gran pena grité algo más o menos así: “¡Fue por culpa de la señora! ¡Fue la señora! Tratando de justificarme… pero el “oso”, el ridículo, ya no tenía reversa.

También en el REX vimos las primeras cintas del controvertido director de origen polaco Roman Polanski como: CUCHILLO EN EL AGUA (1962), REPULSION (1965), PUNTO MUERTO (Cul-de-sac / 1966)… Y varias películas también del célebre director sueco Ingmar Bergman.

“No estaba muerto…”

Algo que también recuerdo muy bien son los programas triples en que los viernes el REX exhibía ¡tres películas seguidas de un mismo género cinematográfico! Con un costo por boleto de $2.50. Así vi por ejemplo cintas del actor y comediante norteamericano Jerry Lewis. Pero de esos programas triples de cine el que recuerdo con mayor intensidad, fue uno de Horror en la que una de las cintas era EL ENTIERRO PREMATURO (The Premature Burial / 1962) basada en el cuento de horror escrito por el estadounidense Edgar Allan Poe, dirigida por el genio Roger Corman (destacado cineasta por sus películas de bajo presupuesto y su apoyo en el inicio de sus carreras a hoy grandes figuras como: Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Ron Howard, Peter Bogdanovich, Jonathan Demme, James Cameron y John Sayles); con Ray Milland como un artista que después de averiguar que su padre pudo haber sido enterrado vivo, se ve aterrorizado con la obsesión de también ser sepultado en vida pues cree que pueda haber heredado catalepsia (Un estado biológico en el cual la persona yace inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, cuando en realidad se encuentra viva) y que construye un muy elaborado plan para evitar quedar atrapado vivo en la tumba. Por noches, ¡muchas noches! batallé en extremo para conciliar el sueño, temeroso de que pudiera llegar a contraer esa terrible enfermedad y ser enterrado vivo. Seguramente fue sumamente profunda la impresión, pues ahora ya mayor, al escribir esto caigo en la cuenta de que expresé ya como última voluntad ser cremado de inmediato al fallecer y nunca puesto -ya no digo enterrado- en un féretro.

El REX fue de los primeros cines que se dividió en dos salas, iniciando la década de 1970, con los nombres de OLYMPIA (Así con “y”) y ATENEA, los cuales fueron demolidos en 1982 durante la construcción de la Macroplaza en el centro de la ciudad de Monterrey.

Agradezco a Don Gerardo Cantú, Director General del periódico EL PORVENIR por su enorme contribución al autorizarme consultar y a usar de los archivos de la Hemeroteca Digital, lo que me permite publicar con fidedigna precisión, de manera confiable y verificable, información, fechas e imágenes de los eventos publicados.

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