LOS PALACIOS DEL CINE EN MONTERREY; MI PATIO DE JUEGO

Nací en la ciudad de Monterrey, NL, México el martes 9 de diciembre de 1952. Sin embargo, los recuerdos más vívidos de mi infancia y primeros episodios significativos en mi vida, corresponden sin duda a los años qué viví en San Antonio, Texas en los E.U.A. pues a mediados de la década de los 50 mi papá fue a trabajar allá y nos llevó a la familia con él, y quién ya desde esa época siendo yo aún muy pequeño, me inició en el rito de asistir con frecuencia a las salas de cine, visitas que desde luego dejaron tan profunda huella en mí que aún recuerdo algunas películas de las qué vi en aquella ciudad tejana: LOS 10 MANDAMIENTOS (The Ten Commandments de 1956). Gran súper producción dirigida por el legendario Cecil B. DeMille y estelarizada por un abultado número de estrellas de la época encabezadas por Charlton Heston, Yul Brynner y Anne Baxter que vi en el cine Majestic ubicado en el 224 E. de la Calle Houston en el corazón de San Antonio, Texas.

Aún resuena en mi interior la majestuosa obertura con la música que Elmer Bernstein compuso para la película; las impactantes escenas de la apertura y el paso por el Mar Rojo y la grabación a fuego de la Tablas de la Ley.

Con un retraso de ¡siete años! LOS DIEZ MANDAMIENTOS se estrenó en Monterrey hasta el martes 20 de noviembre de 1962 en los cines JUÁREZ, REFORMA y ELIZONDO. Desconozco los motivos de la demora.

Aunque también recuerdo haber visto cintas como: EL COLOSO INVENCIBLE (The Amazing Colossal Man de 1957 / Dirigida por Bert I. Gordon con Glenn Langan y Cathy Downs) en donde un oficial militar sobrevive a una explosión nuclear, sólo para comenzar a crecer incontrolablemente hasta convertirse en un gigante cada vez más fuera de sus cabales y es muy probablemente la primera película de Ciencia Ficción que vi en mi vida y que despertó mi afición al género, y hasta la mexicana ANDO VOLANDO BAJO de 1959 con Luis Aguilar y Pedro Armendáriz, exhibida muy probablemente en el Teatro Nacional en la esquina de la Calle Commerce y Santa Rosa, o en el cine Alameda ubicado este en el 318 W. de la Calle Houston.

Afortunadamente estos tres teatros se mantienen en pie, se han restaurado y siguen siendo centros para el arte y la cultura para toda la comunidad. Hechos que lamentablemente por el desdén de los gobiernos estatales por la cultura no se replicaron con los templos cinematográficos de Monterrey. Seguramente desde ese entonces nació mi afición al cine.

Regresamos a la capital regiomontana a fines de 1959, y la mayor parte de la niñez y adolescencia las viví en pleno centro de Monterrey, N.L. en el número 316 Oriente de la calle Mariano Matamoros (Hoy parte de la tienda El Nuevo Mundo Monterrey), luego en una casa contigua hacia al Poniente, ambas entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza, muy cerca de los abandonados o ya desaparecidos cines de aquel sector.

La ubicación de la casa resultó sumamente estratégica pues estaba prácticamente rodeado de salas de cine. Inicio con un recorrido para “peinar la zona”… Bueno… Así se dice ¿No?… y que abarca las décadas de los 60 a los 80s. Nuestro itinerario sigue en este preámbulo un patrón geográfico, más que histórico. Los capítulos subsiguientes y cuerpo de este trabajo de evocación e investigación ya los ordeno por las fechas de inauguración de cada teatro/cine.

Recorrido geográfico

Sector Zaragoza

A tan sólo tres cuadras al Oriente sobre la Avenida Zaragoza entre las calles de Mariano Matamoros y Padre Mier se encontraba el Gran Cinema ELIZONDO, un poco más hacia el Norte en la esquina de Zaragoza con Juan Ignacio Ramón el REX (Luego reconstruido a principios de los años 70 como el OLYMPIA. Con la reconstrucción probablemente se aprovechó el espacio del edificio y se construyó el ATENEA) y más al Norte algunos recuerdos tengo también del cine ZARAGOZA ubicado en la esquina Norponiente de Zaragoza y Washington. Sobre la Calle Washington entre la Av. Zaragoza y la calle Juan Zuazua estuvo el PALACIO que tras una remodelación fue renombrado como LATINO.

Sector Juárez

Sobre la Avenida Juárez entre 5 de Mayo y Washington estuvo el nuevo, espléndido y moderno cine JUÁREZ que por mucho tiempo fue la sala principal para películas de estreno en la ciudad. Poco más al Norte sobre la misma avenida el tradicional Teatro Cine REAL RODRÍGUEZ entre las calles José Silvestre Aramberri y José Modesto Arreola.

Sector Alameda

Por los rumbos de la Alameda Mariano Escobedo estaban: El colosal MONTERREY, sobre la citada calle de Aramberri en la esquina con Privada Alameda (Hoy Privada Pipo) y exactamente frente a la Alameda.

El MARÍA TEREZA MONTOYA (Tereza así con “Z”) originalmente un teatro inaugurado en 1954 que luego fue acondicionado para proyecciones de cine y ubicado frente a la Alameda Mariano Escobedo –que merecerá también comentario especial por haber sido el primero en la ciudad de Monterrey con proyección en película de 70mm. y sonido estereofónico de 6 canales.

Subiendo al Norte sobre la calle Julián Villagrán se ubicaban: El ALAMEDA en el 515 Nte. de 1939 (Luego renombrado como VERSALLES) entre Santiago Tapia y casi llegando a Isaac Garza en la acera Noreste. El majestuoso ENCANTO, en la esquina Noroeste con Isaac Garza. Unos pasos al Norte y sobre la misma acera el BERNARDO REYES entre las calles de Isaac Garza y Gral. Jerónimo Treviño. Data de 1942. El entrañable ARACELI muy cerca de estos tres sobre el No. 740 de Isaac Garza, entre José T. Villagómez y Amado Nervo.

Sector Madero

Sobre la Calzada Madero recuerdo especialmente cuatro salas en ese sector.

El LÍRICO en el 137 poniente de la acera norte en la Ave. Francisco I. Madero, entre las calles de Colegio Civil y la Av. Benito Juárez. El REFORMA, hermano gemelo del cine Monterrey y también considerado un cine colosal por su capacidad para recibir hasta 4,500+ personas cómodamente, se ubicaba sobre la Calzada Madero en la acera Sur entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza. El teatro FLORIDA estaba ubicado en la acera Norte también entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza.

El cine MARAVILLAS un tanto más hacia el Oriente estuvo localizado en la calle Dr. José María Coss 930 Nte. entre la propia Calzada Madero y Arteaga.

Otros cines

Ya más alejado se encontraban: El cine BRASIL que tras una remodelación fue rebautizado como Sala CHAPLIN ubicada en la calle de Héroes del 47, en 815 Nte. Entre José Ma. Arteaga y Gral. Carlos Salazar.

Sobre la Avenida Venustiano Carranza al Norte, el AMÉRICA entre Jerónimo Treviño y Gral. Carlos Salazar.

Más posteriores y que más bien corresponden a mi adolescencia están el RÍO 70 Un espectacular domo geodésico en la calle Serafín Peña Sur, 1051, entre Melchor Ocampo y la Ave. Constitución inaugurado en 1969.

El CUAUHTÉMOC 70 ubicado en Washington 505, esquina con la Ave. Cuauhtémoc en el Centro de Monterrey.

Al Sur en la esquina de Venustiano Carranza y la Avenida Constitución se ubicó la sala BUÑUEL luego llamado PLAZA MONTERREY.

En la colonia Del Valle, sobre la calle Río Orinoco estuvo el muy frecuentado CINEMA DEL VALLE entre Río Grijalva y Río Tamazunchale. Y en la misma colonia dieron funciones un par de salas en el CINE MOLL DEL VALLE, en el centro comercial del mismo nombre a las que se podía acceder por la Av. José Vasconcelos. Luego llegaron los MULTICINEMAS que posteriormente se transformarían en los enormes complejos de CINÉPOLIS que se multiplicaron en los diferentes sectores de toda la zona metropolitana incluyendo desde luego: Guadalupe, San Pedro, San Nicolás, Santiago, etc.

Desde luego hubo varias más salas de cine en Monterrey como el RALY, que merece todo un tratamiento especial; el CINERAMA 2000 en Ruíz Cortínez y la Ave. Gonzalitos, en un edificio perteneciente a los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey o al Sindicato; el 2001 también sobre J. Villagrán muy cerca del Alameda/Versalles y luego convertido a templo, pero no los conocí.

Las colonias de Monterrey y sus municipios circundantes también contaron con otras salas cinematográficas como por ejemplo el EDÉN (luego AZTECA, después INDEPENDENCIA) en la Calle Querétaro esquina con la calle Independencia precisamente en la colonia Independencia.

Todos esos cines fueron en buena medida mi patio de juego…

Mientras muchos de mis compañeros de la escuela salían a jugar a la calle, las plazas y los parques, yo me iba al cine.

Seguramente de todas estas visitas semana a semana a estas diferentes salas procede mi gusto por las películas, y gracias a mis padres pues obviamente fueron ellos los primeros en llevarme al cine. La TV apenas transmitía unas cuantas horas al día a partir del mediodía y la emisión era en blanco y negro hasta 1968, cuando a raíz de las olimpiadas realizadas en México, inició la televisión “A todo color”; no había televisión por cable (sólo en un pequeño sector de la Colonia del Valle, NL), y mucho menos Internet, Redes Sociales o teléfonos inteligentes.