Ubicación
El imponente y legendario Gran Cinema ELIZONDO, es sin duda uno de los íconos más representativos de Monterrey y que se ubicaba en la acera Oriente en el 833 Sur de la avenida Zaragoza entre las calles de Padre Mier y Mariano Matamoros, dónde hoy se encuentra la Fuente de Neptuno de la Macro Plaza, en el centro de la ciudad de Monterrey, NL, México..
Se construyó sobre el predio que ocupó antes el TEATRO DEL PROGRESO. En la imagen se pueden apreciar la fachada del teatro, el Palacio de Gobierno de NL y el Palacio Federal o conocido también como Palacio de Correos. Fue consumido totalmente por un voraz incendio la madrugada del sábado 27 de junio de 1931.
En varios sitios en el Internet hay información sobre el majestuoso ELIZONDO pero lamentablemente errónea, fechas y datos equivocados o incompletos y el problema se hace mayor con el “copy – paste” que dispersa el error como un virus. Eso me alentó a hacer una investigación que SÍ aportara información fidedigna, documentada con evidencia, confiable y verificable y tengo la gran fortuna de que Don Gerardo Cantú, Director del periódico EL PORVENIR de Monterrey me concediera el acceso al archivo histórico digital y obtener así información de primera mano e incuestionable que hoy aporta las direcciones exactas, fechas de inauguración y la película que se exhibió en la ceremonia, además de otros datos valiosos que quedarán registrados en el portal www.cinemaelizondo.club
El ELIZONDO se construyó gracias a la empresa Atracciones Mundiales, S.A. conformada por los hermanos Adolfo y Antonio Rodríguez y los hermanos Encarnación, Luis y Narciso Elizondo. Tuvo un costo de dos millones y medio de pesos.
Inauguración
El Gran Cinema ELIZONDO Se inauguró como podemos ver en el desplegado aparecido en EL PORVENIR exactamente el viernes 10 de septiembre de 1943, a las 20:45 Hrs…
Viernes 10 de septiembre de 1943
A la inauguración asistieron notables actores y actrices del cine nacional. Domingo Soler fungió como el Maestro de Ceremonias en el acto inaugural y quien presentó uno a uno a los artistas presentes, entre quienes figuraban celebridades de la talla de María Félix, Jorge Negrete, Mario Moreno “Cantinflas”, Gloria Marín, David Silva, Ramón Novarro (El protagonista de BEN-HUR en su primera versión, estrenada en 1925), Delia Magaña y Narciso Busquets, a quien se le llamaba “precoz infante”. El discurso oficial estuvo a cargo del destacado escritor y periodista Nemesio García Naranjo.
La película inaugural fue la norteamericana “CHINA” de 1943 y estelarizada por Loretta Young, Alan Ladd y William Bendix.
(Hay quien afirma que la película no llegó y se proyectó entonces la cinta mexicana DOÑA BÁRBARA, este dato no tiene fundamento alguno, pues revisé personalmente varios ejemplares del periódico EL PROVENIR de los días posteriores a la inauguración y no hay información al respecto y sí hay publicados desplegados que anuncian “CHINA” en funciones normales).
Aspectos históricos
Seguramente lo primero a destacar de este palacio del cine es su espléndido y abundantísimo decorado interior de estilo oriental. Entrar al ELIZONDO era trasladarte literalmente a la China, a acceder a una atmósfera que ya en sí misma era todo un espectáculo. Cada uno de sus muros laterales -el Norte y el Sur- estaban profusamente ornamentados de figuras en relieve y esculturas, no había espacio vacío, que no contuviera algún elemento que llamara la atención. su diseño estuvo a cargo del arquitecto Enrique de la Mora y Palomar en conjunto con el encargado de la construcción el Ingeniero Arturo Olivero Cedeño y su equipo de trabajo los ingenieros Luis Petet Jean, Rosendo García Lozano, Jesús Díaz Jiménez, y el arquitecto Lisandro Peña como decorador de interior del cine. Contaba con una capacidad para 1,792 espectadores en butacas acojinadas “PRINCESA”.
Puedo decir que del ELIZONDO tengo entrañables recuerdos, pues incluso -cómo el “Totò” de CINEMA PARADISO– llegué a entablar amistad con los “Cácaros” es decir, los proyeccionistas Don Agustín Briones y Don Santiago Alcorta quienes siendo yo apenas un mocoso me permitían entrar a la cabina de proyección y hasta “ayudarles” en su trabajo. Esto me facilitó que al llegar a la entrada del cine, sólo le dijera al “boletero” que recogía los cartoncillos de entrada -que iba a la caseta de proyección- y así me colaba subiendo por una de las escaleras laterales de caracol en color verde (generalmente cerradas para el público) hasta el anfiteatro de aquélla catedral en donde estaba ubicada la “caseta” que alojaba dos poderosos proyectores SIMPLEX E-7 equipados con lámparas PEERLES MAGNARC; aparatos de sonido R.C.A. VICTORPHOTOPHONE (Fuente EL PORVENIR página CAORCE del viernes 10 de septiembre de 1943).
En ese entonces las películas llegaban a los cines en unas “latas” metálicas conteniendo los rollos de las películas con una duración de 10 minutos cada rollo, por tanto cada cinta de largometraje de 35 mm requería de 9 para una película de una hora y treinta o más rollos dependiendo de su duración total.
Entonces para qué la proyección fuera continua, los rollos impares iban en un proyector y los pares en el otro, así que cuando finalizaba la proyección del primer rollo, el “cácaro” accionaba el otro equipo y estaban sincronizados con un mecanismo de tal manera que para el público era realmente imperceptible el cambio de rollo y de proyector. Sólo los conocedores se percataban de las marcas en la imagen que indicaban al operador que al rollo le quedaban 20 y luego 10 segundos para terminar. Cuando una película se exhibiría por varios días y a fin de hacer menos cambios de proyectores, se transferían dos o tres rollos a carretes o bobinas metálicos, disminuyendo así el número de cambios. Ahí aprendí a pegar las películas, se hacía un pequeño raspado en la parte baja y a lo ancho del último fotograma o cuadro de un rollo, y al primero del siguiente y se unían con acetona. Recuerdo bien que el botecito de acetona que usaban para el efecto, estaba enrollado con un buen tramo de cinta de película y así con una base mucho más amplia evitaban que el bote se volteara y se derramara el químico. “Tretas” que brindan la experiencia y el ingenio.
Recuerdo que en una ocasión se me ocurrió sacar de un proyector un carrete metálico cargado con película recién exhibida, resultó bastante más pesado de lo que imaginé y se me cayó sobre el pedal que cortaba la proyección del otro aparato que estaba en operación, los proyeccionistas no se percataron de inmediato hasta que se empezó a escuchar la rechifla del público y al ver la pantalla en negro deshicieron rápidamente mi travesura involuntaria.
Como vemos en la imagen el ELIZONDO era enorme y majestuoso con su profusa decoración y motivos chinos entre los que destacaban el Gran Buda en el muro Sur y el enorme dragón dorado en el muro Norte, una magnífica construcción que fuera CRIMINALMENTE destruida en abril de 1983 por la gestión de Alfonso Martínez Domínguez como Gobernador del Estado de Nuevo León para como señalé antes, albergar a la Fuente de Neptuno en la Macro Plaza en el centro de la ciudad de Monterrey, NL, México.
Estrenos
El ELIZONDO exhibió grandes estrenos del cine mexicano y que hoy son clásicas, como: DOÑA BÁRBARA, e incluso vino a la Premiere la gran diva de México María Félix. Películas del gran mimo del cine nacional Mario Moreno CANTINFLAS como UN DÍA CON EL DIABLO…
Cine internacional como NOCHE Y DÍA (Night and Day) de 1946, pero también dio espacio en los 60s al estreno de muchas cintas de figuras juveniles de la canción como a César Costa en su primer protagónico en la cinta EL CIELO Y LA TIERRA de 1962, estelarizada por la argentina Libertad Lamarque y con la participación de la actriz y cantante Angélica María, la bellísima Patricia Conde y el Debut cinematográfico de la actriz Fanny Cano.
También vi películas de figuras emergidas de la televisión como los humoristas Viruta y Capulina de quienes recuerdo haber visto en un domingo por la tarde a sala llena, dos veces seguidas LA EDAD DE PIEDRA estrenada el 24 de diciembre de 1964.
El jueves 25 de noviembre de 1971 iniciaron ahí las Muestras Internacionales de Cine, en donde se exhibía a los largo de 22 a 24 días lo mejor de la cinematografía mundial. A pesar de su gran capacidad, para algunos títulos se hacían largas filas desde la taquilla hasta la calle Matamoros. Entre ellas y representando a los Estados Unidos, en la 4ª Muestra se proyectó en enero de 1975 EL EXORCISTA (The Exorcist) que provocó grandes filas y llenos a reventar en cada función.
Llegó la modernidad
El sábado 29 de mayo de 1971 se reinaugura con una pantalla nueva para permitir la proyección de películas de formato ancho o “Cinemascope”. La película exhibida para la reapertura fue HISTORIA DE AMOR de 1970 (Love Story) del director Arthur Hiller y protagonizada por Ali MacGraw, Ryan O’Neal y Ray Milland.
Recuerdo que el lunes 2 de julio de 1973 fui a una función de la película mexicana LOS CACHORROS protagonizada por José Alonso y Helena Rojo lo interesante fue la presencia de los actores en el pórtico (lobby) del cine al término de la proyección en donde muy cordialmente accedieron a tomarse fotografías con el público y a dar autógrafos. La bella presencia de Helena seguramente acaparó toda mi atención y no recuerdo si estuvo alguien más del reparto o el magnífico Director Jorge Fons.
El triste final
La última proyección en el cine ELIZONDO se realizó el lunes 2 de noviembre de 1981 (Muy significativo que coincida con el Día de los Muertos…). La película fue LA PELEA DEL SIGLO (Any Which Way You Can) de 1980 y protagonizada por: Clint Eastwood, Sondra Locke y Geoffrey Lewis.
En 1982 fue ordenada su demolición para darle paso a la construcción de la Macroplaza, y sobre el espacio se ubica hoy la Fuente de Neptuno. Este CRIMEN se perpetró por la administración de ALFONSO MARTÍNEZ DOMÍNGUEZ en abril de 1983 de manera muy velada para evitar las protestas de la ciudadanía.
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