EL FUGITIVO – (1947)

Realizada por el legendario Director cinematográfico estadounidense, John Ford, realizador de clásicos como: LA DILIGENCIALAS VIÑAS DE LA IRAEL HOMBRE QUIETOUN TIRO EN LA NOCHE. Ford es ganador de seis Óscares…

Por la presencia de uno de los astros de Hollywood más reconocidos, Henry Fonda

Porque es un caso excepcional en que dos de las estrellas más rutilantes del cine mexicano de la Época de Oro, Dolores del Río y Pedro Armendáriz, coprotagonizan una cinta de Hollywood.

Por un tema interesante que aborda el enfrentamiento entre un gobierno anticlerical que persigue hasta el último sacerdote y un pueblo eminentemente católico.

¡Imperdible! 

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Dolores del Río y Pedro Armendáriz en el cine de Hollywood

FICHA TÉCNICA

Título original: The Fugitive

Año: 1947 | Duración: 104 min.

País:  Estados Unidos  Estados Unidos

Dirección: John Ford

Guion: Dudley Nichols. Novela: Graham Greene

Música: Richard Hageman

Fotografía: Gabriel Figueroa (B&W)

Reparto:

Henry FondaDolores del RioPedro ArmendárizWard BondJ. Carrol NaishLeo CarrilloJohn QualenRobert ArmstrongMel Ferrer

Género

Drama | ReligiónHistóricoPolítica

Sinopsis

Un sacerdote se enfrenta al gobierno de un país sudamericano que ha prohibido la religión y toma toda clase de medidas anticlericales. Como la policía lo sigue a todas partes, se refugia en un país vecino. (FILMAFFINITY)

Premios

1947: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a mejor director

Críticas

Time Out 

Variety Staff: Variety

Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/El_fugitivo_(pel%C3%ADcula_de_1947)

GALERÍA

MANSIÓN SINIESTRA – (1959)

Título original: HOUSE ON HAUNTED HILL

¿Por qué la incluimos en la sala virtual de cine?

  • La comento en la charla LOS CINE ANTIGUOS DE MONTERREY: MI PATIO DE JUEGO.
  • Es una curiosidad en el género del Horror.
  • Fue muy innovadora en efectos especiales y trucos promocionales, lo que la convirtió en un enorme éxito de taquilla.

Estreno en los EUA: 14 de enero de 1959 en San Francisco, CA, USA

En México: MANSIÓN SINIESTRA y se estrenó en el cine LAS AMÉRICAS del D.F. el 19 de noviembre de 1959, permaneciendo por dos semanas en la cartelera. En España: La mansión de los horrores

Duración: 75 min. País de origen: Los Estados Unidos

Dirección: William Castle

Guion: Robb White

Fotografía: Carl E. Guthrie (B&W)

Música: Von Dexter

Reparto:

Vincent PriceCarol OhmartAlan MarshalRichard LongLeona AndersonCarolyn CraigElisha Cook Jr.Julie MitchumHoward Hoffman

Géneros: TerrorIntriga | SobrenaturalCasas encantadas

Sinopsis

Un excéntrico millonario invita a cinco personas a su mansión, donde se dice que se han cometido crímenes. Les ofrece 10.000 dólares por pasar la noche allí, incomunicados, hasta que vuelvan los criados. Los invitados no se conocen entre sí ni tampoco al anfitrión, pero necesitan dinero. En un momento dado, empiezan a ocurrir sucesos extraños en la casa. (FilmAffinity)

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House on Haunted Hill – 1959 – Subtítulos en español

TRIVIA DEL IMDb:

  • Alfred Hitchcock al saber de los enormes ingresos brutos de esta película, decidió producir y realizar su propia película de terror de bajo presupuesto: PSICOSIS en (1960) hoy un gran clásico del cine mundial.
  • Las tomas exteriores de la casa embrujada durante la secuencia de apertura, se filmaron en The Ennis Brown House, ubicada en el vecindario Los Feliz de Los Ángeles, CA. Diseñada por Frank Lloyd Wright y construida en 1924. Figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
  • El esqueleto que sale de la tina de ácido es un esqueleto humano real. Como en la mayoría de las películas, simplemente era más rápido y más barato comprar un esqueleto humano real de una casa de suministros biológicos que crear uno por el departamento de efectos especiales.
  • El «Scare Trick» o sea, el grito al inicio de la cinta fue tan efectivo que en realidad inició la idea de la novedad de «grabaciones inquietantes». Grabaciones de sonidos espeluznantes, efectos de sonido y música que se usaban muy comúnmente para Halloween y atracciones de casas embrujadas de parques y ferias. La oscuridad total acompañada de ruidos horribles haciendo eco en una gran sala de cine debió ser aterrador en esos días. Lo más probable es que el efecto se pierda en los espectadores modernos que ven la película en una pantalla de televisión más pequeña sin el sistema de sonido teatral, el volumen y la oscuridad casi total.
  • El Director de la película William Castle relató que conoció a Vincent Price un día en que Price se enteró de que lo habían ignorado para un papel. Mientras tomaban un café, Castle le describió la trama de esta película. A Price le gustó la idea y dio lugar a una colaboración de dos películas: ésta y Escalofrío (1959).
  • Algunos de los equipos del esqueleto Emergo todavía existen. Ha sido resucitado para su uso durante proyecciones especiales de la película.
  • Los $10,000 Dólares ofrecidos a cada uno de los invitados en 1959 equivaldrían a más de $101,500 Dlls. en 2023.
  • En algunas salas de estreno se instaló un sistema de cables y poleas para «volar» un esqueleto humano sobre el público en un momento clave de la película. En su autobiografía, el productor y director William Castle llamó al aparato «Emergo«.

Posición en rankings FA

Críticas

Santiago García: Leer Cine 

¡VUELVE PRONTO!

¡Frecuentemente estaremos añadiendo ligas a más títulos!

POSESIÓN SATÁNICA – (1961)

The Innocents

En una atmósfera espeluznante, relata una escalofriante historia de fantasmas en la campiña británica, elegantemente elaborada y con Deborah Kerr en su mejor momento. Considerada como una de las mejores películas de fantasmas del cine mundial.

Título original: The Innocents

País de origen: Reino Unido

Duración: 99 min.

Fechas de estreno: En el Reino Unido el 24 de noviembre de 1961 (Premiere en Londres); En los Estados Unidos, el 15 de diciembre de 1961. En México se estrenó con el título de POSESIÓN SATÁNICA el 9 de agosto de 1962 en el cine Internacional de la Cd. de México donde permaneció por dos semanas en cartelera. En España se tituló como SUSPENSE y se estrenó el 3 de octubre de 1963.

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Dirección: Jack Clayton

Guion: Truman Capote, William Archibald sobre la novela de Henry James.  Música: Georges Auric.  Fotografía: Freddie Francis (B&W)

Reparto: Deborah KerrPeter WyngardeMegs JenkinsPamela FranklinMartin StephensMichael Redgrave,

Productora: 20th Century Fox

Géneros: TerrorIntrigaSobrenaturalCasas encantadasFantasmas,

Sinopsis

Una puritana institutriz es contratada para hacerse cargo de la educación de dos niños huérfanos que viven en una apartada mansión rural. Pronto empieza a sospechar que los antiguos criados, muertos hace tiempo, ejercen todavía una perniciosa influencia en la vida de los niños. Basada en la novela de Henry James «Otra vuelta de tuerca». (FILMAFFINITY)

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CURIOSIDADES

  • En un artículo de USA Today (22 de agosto de 2011), Guillermo del Toro eligió ésta como una de sus seis «películas de miedo» favoritas.
  • Esta película –THE INNOCENTS– a menudo se ubica, junto con THE UNINVITED (En México y Argentina: «El mandato del otro mundo»; en España «Los intrusos») de 1944 y THE HAUNTING de 1963 (En México, «La mansión de los espectros»; Argentina, «La casa embrujada» y en España, «La mansión encantada») como una de las tres mejores «películas de fantasmas» de todos los tiempos. Los tres se hicieron en blanco y negro y tienden a basarse en el terror psicológico más que en el horror gráfico.
  • Se dice que Deborah Kerr consideró esta como su mejor actuación.
  • El productor y director Jack Clayton no quería que los niños estuvieran expuestos a los temas más oscuros de la historia, por lo que nunca vieron el guion completo. A los niños se les entregaban sus páginas el día anterior a la filmación.
  • Una fotografía excepcional y un extraordinario Diseño de Producción.

Esta liga te lleva a las reseñas disponibles en IMDb y varias de ellas están en español…

Recomiendo especialmente las reseñas en español de:

David Vericat en ©cinema esencial (marzo 2017)

Y en El Gabinete del Doctor Mabuse

EL TERCER HOMBRE – (1949)

Un thriller atmosférico considerado una de las obras maestras indiscutibles del cine.

Título original: The Third Man

(aka The 3rd Man)

País de origen: Reino Unido

Fecha de estreno en Londres: 2 de septiembre de 1949. En los Estados Unidos de Norteamérica, Premiere en Nueva York, el 1 de febrero de 1950. En México se estrenó el 14 de septiembre de 1950 en los cines Chapultepec y Orfeón de la Cd. de México donde se mantuvo con éxito en cartelera por seis semanas. En España su estreno fue el 8 de abril de 1950.

Duración: 104 min.

Dirección: Carol Reed

Guion de Graham Greene sobre la novela escrita por él mismo.

Fotografía: Robert Krasker (B&W)

Música: Anton Karas

Reparto: Orson Welles, Joseph Cotten, Alida ValliTrevor HowardBernard LeePaul HörbigerErnst DeutschSiegfried BreuerErich PontoWilfrid Hyde-WhiteHedwig Bleibtreu

Productora: London Films. Productor: Alexander Korda, David O. Selznick

Géneros: Film Noir, Cine negroIntrigaDramaAmistad,

Sinopsis: Comienzos de la Guerra Fría, en Viena, 1947. El norteamericano Holly Martins, un mediocre escritor de novelas del Oeste, llega a la capital austríaca cuando la ciudad está dividida en cuatro zonas ocupadas por los estados aliados de la II Guerra Mundial. Holly va a visitar a Harry Lime, un amigo de la infancia que le ha prometido trabajo. Pero su llegada coincide con el entierro de Harry, que ha muerto atropellado por un coche en plena calle. El jefe de la policía militar británica le hace saber a Martins que Lime estaba gravemente implicado en el mercado negro. Pero a Martins no le cuadra un detalle: todos dicen haber visto a dos hombres en el lugar del atropello intentando ayudar a Lime, pero un testigo asegura haber visto a un tercer hombre… Adaptación de la novela homónima de Graham Greene. (FILMAFFINITY)

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ALGUNAS CURIOSIDADES DEL IMDb:

  • Hay muchos ángulos oblicuos en la película, donde la cámara está inclinada para que la línea del horizonte no sea horizontal, para dar una sensación de incomodidad e inquietud (en la teoría cinematográfica, estos se llaman ángulos holandeses). Después de ver la película, el famoso director William Wyler, amigo de Carol Reed, le envió un nivel de burbuja con una nota: «Carol, la próxima vez que hagas una película, pon el nivel encima de la cámara, ¿quieres?».
  • La película más popular en el Reino Unido en 1949.
  • En Viena, la película tiene un espacio permanente en uno de sus cines más antiguos. Se exhibe tres veces por semana en el famoso «Burgkino«.
  • Orson Welles dijo que cuando aceptó interpretar a Harry Lime, le ofrecieron un salario fijo o un porcentaje de las ganancias. Welles eligió el salario, pero luego se arrepintió porque la película se convirtió en un gran éxito de taquilla, el porcentaje finalmente valía mucho más que el salario.
  •  (Sgt. Paine) played James Bond’s superior M in the first eleven Bond films from  (1962) to  (1979) while  (British Military Policeman in Sewer Chase) succeeded him in the role in 
  • Bernard Lee (Sgt. Paine) interpretó al superior M de James Bond en las primeras once películas de 007, desde Dr. No (1962) hasta Moonraker (1979), mientras que Robert Brown (Policía militar británico en Sewer Chase) lo sucedió en el papel de Octopussy (1983), A View to a Kill (1985), The Living Daylights (1987) y Licence to Kill (1989).
  • La primera producción británica que se rodó mayormente en exteriores. Con su preferencia por locaciones reales y gente local real como extras, también es el primer intento británico del estilo neorrealista que directores italianos como Luchino Visconti y Roberto Rossellini estaban haciendo tan populares en ese momento.
  • Inicialmente cauteloso con la música de Anton Karas, el productor David O. Selznick envió el siguiente telegrama a su vicepresidente desde Londres. «25 de noviembre de 1949. TELEGRAM a Daniel T. O’Shea [Vicepresidente Ejecutivo, Selznick Productions]. … No puedo comenzar a contarles la sensación causada por la música de cítara de Karas en The Third Man. Es un furor en Inglaterra y ya ha vendido más discos que cualquier otro disco en toda la historia del negocio discográfico en Inglaterra. Es la música de baile más tocada en Inglaterra… Los anuncios aquí la anuncian como ‘Escucha el Harry Lime Theme‘, etc. de esas impredecibles, tremendas sensaciones que no espero que entienda ninguno de ustedes que no haya estado aquí. Artículos periodísticos y editoriales totalmente ajenos, incluso sobre política, se refieren constantemente a él. Inevitablemente, este éxito se repetirá en Estados Unidos si estamos preparados para ello. Podemos hacer una fortuna con esta música. Saludos, David». Cuando Selznick estrenó la película en los Estados Unidos, en febrero de 1950, el tema de Harry Lime ya era una sensación. Aprovechó esto al incluir el eslogan, «Con la partitura de la famosa cítara de Anton Karas… ¡Te hará vibrar con su cítara!» en la campaña publicitaria y los tráileres (avances).
  • Una noche, después de filmar a Trevor Howard, que interpretaba a un coronel del ejército británico, se mantuvo con el uniforme puesto y se fue de bar en bar seguido por agentes de policía que, debido a su apariencia de alto rango, no se atrevieron a intervenir. Eventualmente, sin embargo, decidieron arrestarlo, pero cuando Trevor les dijo que no era un oficial sino un actor disfrazado, lo arrestaron por hacerse pasar por un oficial. La gente de producción y Carol Reed tuvieron que usar toda su influencia y tacto para que lo liberaran. Trevor simplemente se encogió de hombros diciendo que quería un cambio de ritmo y ciertamente lo consiguió.

Premios:

1950: Oscar: Mejor fotografía B/N. 3 nominaciones

1949: Premios BAFTA: Mejor película británica. Nominada a Mejor película

1949: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor dirección

1949: Festival de Cannes: Gran Premio del festival (mejor película)

Críticas:

Fernando Morales: Diario El País 

  • «Una leyenda del cine (…) Elegida en 1999 como la mejor aportación británica a la historia del cine. Es eso, y con mayúscula: pura historia, resultado de un genial cruce de azares»

Ángel Fernández Santos: Diario El País 

Fotogramas 

Bosley Crowther: The New York Times 

Roger Ebert: rogerebert.com 

Ian Nathan: Empire 

Philip French: The Guardian

JUAREZ – (1939)

¡Juárez visto por el cine de Hollywood!

Título original: Juarez

País de origen: Estados Unidos

En México se estrenó el 23 de junio de 1939 en el cine Rex de la Cd. de México con un éxito de taquilla que la mantuvo en exhibición por cinco semanas. En USA, se estrenó el 10 de junio de 1939.

Duración: 132 min.

Dirección: William Dieterle

Guion: John Huston, Æneas MacKenzie, Wolfgang Reinhardt sobre la novela de Bertita Harding. Obra: Franz Werfel

Música: Erich Wolfgang Korngold

Fotografía: Tony Gaudio (B&W)

Reparto: Paul Muni (Benito Juárez), Bette Davis (Carlota), Brian Aherne (Maximiliano de Habsburgo-Lorena), Claude Rains (Napoleón III), John Garfield (Porfirio Díaz), Donald CrispJoseph CalleiaGale SondergaardGilbert RolandHenry O’NeillHarry DavenportLouis CalhernWalter Kingsford

Productora: Warner Bros.

Género: DramaBiográficoSiglo XIX, histórica,

Sinopsis:  El emperador Maximiliano (Brian Aherne) llega a México para instaurar un gobierno imperial y tropieza con la oposición, primero oculta y después abierta, de Benito Juárez (Paul Muni). Maximiliano es un idealista que ha sido víctima de la astucia de Napoleón III (Claude Rains). El emperador cree realmente en las ventajas del sistema monárquico, mientras que Juárez lucha apasionadamente por la república. Cuando Francia retira su apoyo, la emperatriz Carlota (Bette Davis) viaja a implorarle su ayuda a Napoleón III. (FILMAFFINITY).

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Versión original con subtítulos

Versión doblada al castellano

Premios

1939: 2 nominaciones al Oscar: Mejor actor secundario (Brian Aherne), fotografía (B&N)

TRIVIAS DEL IMDB:

  • Se realizó una amplia investigación para dar a la película la mayor precisión histórica posible. Los escritores tenían una bibliografía de 372 libros.
  • El director de arte Anton Grot realizó 3,643 bocetos a partir de los cuales se prepararon 7,360 planos para escenarios exteriores e interiores.
  • Se construyó un pueblo mexicano completo en el rancho de Warner Bros. en el Valle de San Fernando.
  • Debido a que la película muestra que muchos de los generales de Maximiliano son mexicanos, muchos espectadores lo atribuyen a las típicas distorsiones históricas de Hollywood. Es, sin embargo, un hecho exacto. Es poco conocido que, aunque Maximiliano finalmente fue derrocado y ejecutado por revolucionarios mexicanos, en realidad había más mexicanos luchando del lado de Maximiliano que en su contra. Esto se debió en gran parte al fuerte apoyo de la Iglesia Católica a la ocupación francesa de México y al «aliento» de los católicos mexicanos a luchar contra las fuerzas revolucionarias uniéndose al ejército de Maximiliano, lo que hicieron en gran número.
  • Benito Juárez medía solo 1,37 m (4 pies y 6 pulgadas).
  • Los papeles de Bette Davis y John Garfield originalmente estaban destinados a Dolores del Río y Anthony Quinn.

CRÍTICAS Y OTROS DOCUMENTOS:

«JUÁREZ» de William Dieterle: o la Doctrina Monroe a través de Hollywood

La autora alemana Bertita Harding llegó a México con tres años de edad, creció en el país, mientras su padre trabajaba en la industria del acero, se interesó –e investigó– sobre la historia de México, razón por la cual –debido a su ascendencia aristocrática–, no le fue difícil inclinarse por aquella etapa que conocemos como la del Segundo Imperio Mexicano. Con veintiocho años entregó a la imprenta “Phantom Crown: The Story of Maximilian and Carlota of Mexico”, con éxito de ventas, hecho que le convencería de seguir escribiendo libros en la misma línea biográfica. Hollywood se interesó en el libro, por lo que Harding pertenece a ese selecto grupo de autores primerizos en quienes –por razones políticas o meramente económicas– los estudios reconocen una veta a explotar.

Fueron John Huston y Wolfgang Reinhardt los encargados de reescribir el guion, demasiado extenso, iniciado por Aeneas MacKenzie, y que se convertiría en la adaptación, dirigida por William Dieterle, titulada “Juárez” (1939), a la que se añadieran datos extraídos de otro libro, “Juarez and Maximilian”, del prestigiado Franz Werfel, enemigo del régimen nazi. La Warner Brothers –el estudio encargado de llevar a la pantalla los hechos narrados en dichos libros– acordó contratar a Harding como autora, por lo que esta terminaría mudándose, en 1940, a los Estados Unidos, donde llevaría una vida que se dividía, la mitad del año en México, y la otra en Indianápolis.

Los productores Hal B. Wallis y Jack L. Warner pusieron toda una tropa en movimiento –integrada por William Dieterle, el director, Paul Muni, el actor que encarnaría a Juárez, así como el mismo Wallis y Henry Blanke, el productor asociado–, que fue enviada a México para documentarse de primera mano en la historia de aquella etapa del país. Una vez en este, tuvieron acceso a documentos personales y oficiales de Juárez, donde Muni conoció a un hombre que, supuestamente, tenía ciento dieciséis años de edad en el momento de la entrevista, y que habría luchado al lado de Juárez y Porfirio Díaz. Fue de esta forma tan inusual, como inverosímil, que el actor se enteró de los gestos cotidianos, y de las costumbres, del célebre presidente mexicano, según los recuerdos de aquel hombre centenario.

Como era habitual en las producciones de la época, no se escatimaron recursos, ni esfuerzos, para realizar la película, que terminó costando un millón setecientos cincuenta mil dólares, y convirtiéndose en una súper producción, por cuyo metraje pasan casi mil doscientos extras sobre escenarios casi precisos, que incluían vistas lejanas del volcán Popocatépetl, y una partitura compuesta por Erich Wolfgang Korngold, quien se sumergió en los aires vieneses de la época para escribirla. La elegida para el papel de la emperatriz Carlota fue Bette Davis –en un rol pensado originalmente para Dolores del Río–, que aceptó sólo por la oportunidad que tendría de interpretar a un personaje histórico, que enloquecía y confrontaba a Napoleón III, mientras Brian Aherne interpretaría a Maximiliano, John Garfield a Porfirio Díaz y Claude Rains a Napoleón III. Con el vestuario de Carlota el diseñador Orry–Kelly confeccionó vestidos que iban pasando de los colores claros al negro, conforme se cumplía el destino aciago que la envolvió a ella, y a su esposo, adelantándose a la ropa interior (primero blanca, después negra) de la primero secretaria Marion Crane (Janet Leigh), y luego ladrona, en la “Psicosis” de Hitchcock.

Se sabe que Jack L. Warner no estuvo, en un principio, contento con el maquillaje de Muni, creado por Perc Westmore –el especialista que le había mostrado a Hollywood la amplia variedad de tonos de cabello existentes, descubriendo que, tan sólo entre las rubias, había treinta y cinco tonos diferentes–, porque “no se le podía reconocer”, es decir, el maquillaje habría sido tan perfecto que Mr. Warner habría querido, en realidad, ver a Muni –a quien le pagaban una gran cantidad de dinero para ser él mismo, un galán entre las mujeres–, y no a Juárez. La declaración podría parecer extraña, ya que cualquier mexicano que, en estos días, tenga la oportunidad de ver la película, podrá advertir que Muni, en realidad, no se le parece en nada al Benemérito, pero es un indicativo de cuánto a Hollywood le interesaba reconocer a sus actores blancos como tales, aun debajo de un maquillaje que le hiciera parecer de otra raza. En el fondo, aquello a lo que Warner aludía era a esa expresión artística que conocemos como “Blackface”, y que le ha otorgado su mala fama por racista y que, una vez llegados los años actuales de la Corrección política, se ha exagerado al grado de criticar que una mujer americana –y no una egipcia “auténtica”– interprete a Cleopatra, por mucho que no sepamos a ciencia cierta, cuál era el verdadero aspecto de la soberana egipcia.

Aquí es donde cabe hacer una reflexión sobre la obra de arte que vale como tal, más allá de la ideología del artista, siempre que este trascienda esa ideología para, de esta manera, comprender cómo es que un ateo y comunista como Pier Paolo Pasolini pudiera dirigir “El evangelio según San Mateo” (Il Vangelo secondo Matteo, 1964), que fuera recibida con aplausos durante su pase en el Concilio Vaticano II, o que el actor sueco Warner Oland pudiera interpretar perfectamente –maquillaje mediante– a Charlie Chan, un detective de origen chino, triunfal creación literaria de Earl Derr Biggers, que se sobrepuso como personaje único, encima de los prejuicios raciales. En última instancia, el maquillaje de Muni le sienta mal, le hace parecer una estatua y sus gestos no pasan de ser los de una figura rígida, como de papel maché. No se ahorran las escenas en las que se ve a Maximiliano como lo que verdaderamente fue, un aristócrata romántico y, sorprendentemente, humanista y liberal, cuyas ideas –en distintas ocasiones– eran similares a las de Juárez (para sorpresa de los Conservadores), que había aceptado el cargo de emperador, no por conquistar, sino para gobernar, admitiendo las cualidades del general Tomás Mejía, indígena de cepa, por su valía propia y no por el color de su piel, aunque se le confunda como “de noble estirpe azteca, la sangre más pura”, y no como otomí. Llega un momento en que, al mirar “Juárez”, uno tiene la impresión de estar viendo la biografía novelada, no de Juárez, sino la de Maximiliano –eso sí, emocionante, como sólo el cine puede presentarla: reduccionista y exagerada–, tal como sucede al mirar “Amadeus” (1984), de Milos Forman, que más que presentarnos la vida de Mozart, termina presentándonos la de Salieri.

–Lo único que nos separa es una palabra –expresa Maximiliano a Porfirio Díaz, en su celda–, en lo demás Benito Juárez y yo estamos de acuerdo. Una sola palabra: Democracia. Convengo con Benito Juárez que, en teoría, es el sistema ideal, pero en la práctica un gobierno del pueblo puede ser un gobierno de la chusma. Una chusma que sigue siempre al demagogo que más le promete. Y contra eso, general Díaz, sólo un monarca puede proteger al Estado. Un monarca y no un presidente, porque un presidente se debe a su partido, y un rey está por encima de los partidos.

A lo que Juárez responderá:

–La virtud es un arma formidable en manos del enemigo.   

Comprendiendo que el contexto lo es todo –y que esta es la forma, por mucho que se olvide, o pretenda olvidar, en la que se debe ver cualquier película–, debemos tener presentes las circunstancias en las que “Juárez” se rodó. La película se estrenó el 24 de abril de 1939 –con una crítica dividida–, por lo que estamos en los primeros días de la Segunda Guerra Mundial, en los cuales la Alemania Nazi ya ha anexado Austria a su territorio y, el mes previo al estreno de la película, ha ocurrido la invasión a Checoslovaquia. A los Estados Unidos, a través del poder innegable de la pantalla (es decir, a Jack Warner, personaje cercano a Roosevelt), le interesaba mostrar una política de “buen vecino” con México (propuesta por el citado Roosevelt, ya en 1933), y que el país no coqueteara con Alemania, así como mostrar un mensaje transparente que advirtiera que, cualquier intento de invasión europeo, sería rechazado por los pueblos americanos.

Visto de esta forma, “Juárez” se convierte en un mero filme de propaganda, grande y lucidor, por mucho que pareciera un intento válido y bien intencionado de no quedarse en el estereotipo mexicano habitual presentado por Hollywood –pueblitos desérticos, con personajes en una eterna fiesta, que suenan maracas y llevan sombreros enormes y montan en burro–, con lo cual emparenta con el “Alejandro Nevski” (1938), de Serguéi Eisenstein, película que trasciende la mera propaganda, y en la que se narra la invasión teutónica del Siglo XIII a la república medieval de Nóvgorod, y que serviría de inspiración a Mel Gibson para su “Corazón valiente” (Braveheart, 1995). ¿Les suena, así, la razón por la cual el 5 de mayo se celebra en los Estados Unidos y no en México? La película, en un restreno, en tiempos de la OTAN y de la Guerra Fría, había sufrido ya de los embates de la censura, al ser acortada, y eliminársele aquellas escenas en las que se tildaba de imperialistas a Alemania y Francia, en un ritornelo de la historia, tan de moda actualmente con la Cultura de la Cancelación.  

La película comienza con la llegada de la pareja imperial al puerto de Veracruz, tras mostrarnos las pretensiones expansionistas de Napoleón III –advertido mediante carta de la derrota inminente del Sur Confederado–, a través de diálogos pomposos que, en la realidad, poco tuvieron de ciertos, cuando sabemos que el estado francés pronto se desinteresó en el Imperio de opereta que habían establecido. Carlota advierte del zopilote posado sobre la corona imperial, encima de uno de los arcos triunfales bajo los que pasará el hermoso carruaje dorado –actualmente en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec–, y que sólo hay muchas banderas, como soldados, flanqueando los caminos, pero ningún mexicano. Los signos están ahí, pero se les explica que “sobre los zopilotes hay una prohibición de matarlos, ya que son los basureros del país”. Una carta, que Maxi encuentra en el interior del carruaje, le advierte sobre el engaño al que ha sido sometido: no se le quiere como soberano. Firma, Benito Juárez. Muni permanece ora iluminado, ora ensombrecido, de acuerdo a la escena, rígido, siempre distante por una caracterización casi mesiánica de parte del actor. 

Pero, por mucho que se hubieran documentado los guionistas, los actores y hasta los productores, la Doctrina Monroe impregna cada gesto, escena y circunstancia de la película. Vemos a Juárez “inspirado” en los ideales de Abraham Lincoln, como si no hubiese tenido ideología propia –en todas las escenas en las que se ve a Juárez trabajando en su despacho, se lo ve de espaldas a un muro donde cuelga un retrato de Lincoln que es, después de todo, una forma facilona de identificación con el público estadunidense–, o que la hubiese desarrollado a partir de este presidente (su lectura es transparente: los latinoamericanos, no son más que ovejas, pastoreadas por el Padre USA), e incluye un final patético y ridículo, en el cual Juárez –que ha hecho fusilar a Maximiliano–, se dirige a la Catedral que resguarda el cadáver, para pedirle perdón, cuando la historia enseña que, aunque un autor de la talla de Víctor Hugo, le escribiera una carta para implorar clemencia por el malhadado emperador, la República restaurada exigía un sacrificio que mostrara al mundo una lección tajante contra futuros intentos imperialistas. La historia es otra, y muy distinta. El cadáver de Maximiliano fue mal embalsamado y, varios días después –entre los que se cuenta el traslado del cuerpo y el volcamiento del carro que lo transportaba en un arroyo–, colgado de los pies para que los líquidos de la putrefacción escurrieran. Juárez le haría una visita clandestina al cuerpo, no precisamente de cumplido, y sus palabras fueron recogidas entonces:

—Era alto este hombre, pero no tenía buen cuerpo; tenía las piernas muy largas y desproporcionadas.

A lo que añadió.

—No tenía talento, porque aunque la frente parece espaciosa, es por la calvicie.

Nada de perdones hollywoodescos, que intentaban suavizar la hipócrita mirada que, sobre Juárez, pretendían vender, y que no iría acorde al mensaje tanto de “buena voluntad”, como de benignidad y pureza del Benemérito.

La Doctrina Monroe (que clama una “América para los americanos”), pretende imponer una barrera contra los intentos foráneos de imposición de gobiernos, pero sometiendo a la América situada al sur del Río Bravo, a los designios de la América estadounidense. Luego, ¿para cuáles americanos sería América, entonces? Esta película, curiosa por lo que tiene de valor histórico, tiene la respuesta.