‘Kitty’ March es mala, mala, mala…

‘Kitty’ es el personaje de Joan Bennett en el filme MALA MUJER (Scarlet Street) de 1945.

Christopher Cross (Edward G. Robinson) es un maduro cajero de banco y aficionado a la pintura. Está infelizmente casado desde hace cinco años con una mujer maltratadora y abusiva (Rosalind Ivan). Por casualidad conocerá a Kitty (Joan Bennett) una atractiva joven de quien rápidamente se enamora. Pero ésta solo quiere aprovecharse de él conjuntamente con su novio Johnny Prince (Dan Duryea), un vividor sin escrúpulos.

Joan Bennett y Dan Duryea

Pensando que Chris es un pintor de éxito, intentan engatusarlo para vivir a costa de él. Sin embargo, suceden acontecimientos inesperados. Una venta de unos cuadros por parte del vividor hace que la obra se empiece a cotizar en el mercado del arte, pero quien firma las obras será la muchacha quien pasa a ser una artista de moda. A su vez, reaparece el marido de la viuda con quien se casó Chris y supuestamente muerto. Liberado de la atadura matrimonial Chris matará a la muchacha cuando se entera del ees muy bellangaño sufrido, pero el principal sospechoso será su novio quien será ejecutado y Chris terminará como un vagabundo (De DERECHO NOIR).

Adaptación al español Andrés Bermea

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Jane Palmer está dispuesta a todo por dinero…

Así es el personaje de la actriz Lizabeth Scott en el filme LÁGRIMAS TARDÍAS [Too Late for Tears] de 1949 y parte del ciclo «MALOSAS Y VILLANAS».

La voz rasposa y la mirada penetrante de la actriz Lizabeth Scott otorgan un aura verdaderamente aterradora a su papel de Jane Palmer, una ama de casa manipuladora y de gran gusto por las cosas buenas y dispuesta a pisar el cuello de cualquiera para conseguirlas.

La trama de LÁGRIMAS TARDÍAS es una oscura casualidad. La perdición disfrazada de suerte. En una solitaria carretera de montaña, Jane y su despistado esposo Alan (Arthur Kennedy) reciben por accidente una bolsa de dinero en efectivo mal habido. ¿Deberían arriesgarlo todo quedándolo? Alan quiere hacer lo correcto y devolver el dinero, pero Jane tiene otras ideas. “El dinero solo te hará sentir miserable e infeliz”, le dice. Pero las palabras apenas salen de su boca antes de que ella responda: «Déjame ser el juez de eso«.

Eventualmente, por supuesto, el dueño de ese dinero, un delincuente de poca monta llamado Danny Fuller (Dan Duryea), viene a buscarlo, lo que significa problemas para él. Como cualquier otro hombre en la película, Danny juzga mal a Jane, asumiendo que él es el gato y ella el ratón. Es un error que no cometerá dos veces.

Con información de COLLIDER por WALTER JONES

Adaptación al español por Andrés Bermea

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