Los Palacios del Cine en Monterrey es originalmente un sitio web que surge como un homenaje al icónico GranCinema Elizondo de la ciudad de Monterrey, NL, México; pero conforme avancé en la investigación caí en la cuenta de que también en la ciudad había otros muchos cines unitarios, es decir, de una sola sala ubicados en el primer cuadro y que por sus características definitivamente merecían igualmente su rescate.
Ya tenemos avanzada la construcción de toda una sección titulada LOS PALACIOS DEL CINE EN MONTERREY en dónde cada cine tendrá su propia página individual. Se puede acceder desde el MENÚ PRINCIPAL en la parte superior del sitio y contendrá los siguientes aspectos:
Ubicación (Mapa y dirección física precisa y verificada de cada cine)
Características arquitectónicas de cada inmueble (Según disponibilidad)
Fecha exacta de la inauguración
Película inaugural
Autoridades, personalidades y artistas invitados a la inauguración
Curiosidades
El propósito de este portal es:
Preservar la memoria de los cines de Monterrey.
Proveer de información fidedigna y verificada que sirva a los interesados, curiosos, estudiosos e investigadores
Hacer acopio de imágenes en una galería digital, tanto de la arquitectura interior del recinto, como de los carteles o posters y foto fijas de películas seleccionadas
Y ofrecer ligas que nos lleven a poder ver películas completas de ese período y una variada selección de lo mejor del cine, y de aquéllas que fueron muy exitosas en la taquilla y el gusto popular.
Iniciamos hoy 6 de mayo de 2025 el proceso de transformación.
Una breve charla con el Arq. Gerardo Garza Cortés quien diseñó y lideró al equipo de constructores de la majestuosa obra que hoy sigue siendo un ícono de la ciudad de Monterrey, NL, México.
MONTE CRISTO protagonizada por John Gilbert y anunciada en la cartelera de la página seis del periódico EL PORVENIR del 6 de enero de 1924. Se presentó en el SALÓN VARIEDADES, en el TEATRO PROGRESO y en los teatros IMPERIO y ZARAGOZA. La película corresponde todavía al período anterior al sonido (O sea es muda y con intertítulos) y tiene una duración de 1:40 Hrs.
Una adaptación cinematográfica de la novela clásica de Alexandre Dumas. Edmond Dantes es acusado falsamente por quiénes tenían celos de su buena fortuna y es sentenciado a pasar el resto de su vida en la famosa prisión isleña Chateau d’If.
Mientras está encarcelado, Edmond Dantes conoce al abad Faria, un compañero de prisión del que todos creen que está loco. El abad le cuenta a Edmond sobre un fantástico tesoro escondido en una pequeña isla, cuya ubicación sólo él conoce.
Después de muchos años en prisión, el viejo Abbe muere y Edmond escapa disfrazado de cadáver. Ahora libre, Edmond debe encontrar el tesoro del que le habló el abad, para poder utilizar la nueva riqueza para vengarse de aquellos que le hicieron daño.
…la noche del jueves 17 de julio de 1969 y hoy celebramos su cumpleaños No. 54.
¡La modernidad del cine llega a Monterrey!
Un desplegado de prensa publicado ese mismo día en el periódico EL PORVENIR nos hace testigos de la historia.
Se proyectó la película OLIVER! en una función a beneficio del IPI y el costo del boleto fue de $100. La cinta conquistó 5 Óscares de la Academia y entre ellos a Mejor Película y Mejor Director (Carol Reed).
Las funciones regulares para todo el público dieron inicio el viernes 18 de julio con la película ¿SABES QUIÉN VIENE A CENAR? (Guess Who’s Coming to Dinner) de 1967.
El RÍO 70 es un espectacular domo geodésico de alrededor de 33 metros de diámetro y está construido por una malla de triángulos casi equiláteros. Fue apadrinado por el mimo Mario Moreno “Cantinflas”.
Es una sala de lujo y la segunda en la ciudad en contar con equipo de proyección para películas de gran formato en 70mm. Aquí se estrenaban los principales títulos de la Columbia Pictures y la 20th Century Fox, que habían dejado a la Compañía Operadora de Teatros en busca de mejores condiciones de exhibición. La pantalla es también gigantesca y el sonido espectacular.
Para la mayoría de los asistentes el pasatiempo favorito antes de iniciar la función era contar las figuras geométricas del domo que cubre la sala.
Agradezco al periódico EL PORVENIR las facilidades para la consulta del archivo digital histórico y uso de las imágenes de los desplegados.
…así se anunciaba el estreno de la popular película mexicana EL HOMBRE SIN ROSTRO el 7 de julio de 1950 justo hoy hace ¡73 años!
Se exhibió por tres semanas en la pantalla del Cine Chapultepec del Paseo de la Reforma en el Distrito Federal.
La cinta retrata el caso de Juan Carlos Lozano, un policía fracasado, con doble personalidad y obsesionado por capturar al despiadado asesino de mujeres que asecha por las noches en las calles de la ciudad.
Se filmó bajo la Dirección de Juan Bustillo Oro (1904-1988) sobre un guion de él mismo.
En Monterrey, NL se estrenó el viernes 11 de agosto de 1950 en el cine MONTERREY ubicado frente a la Alameda Mariano Escobedo en el centro de la ciudad.
El 5 de julio de 1973 estrenaba el cine OLYMPIA de Monterrey. ¡Hoy hace justamente 50 años, una de sus películas más populares!…
Así lo podemos constatar en esta cartelera cortesía del periódico EL PORVENIR.
Falleció el domingo 18 de diciembre de 2022 a los 87 años en Roma, en Villa Speranza, donde se encontraba hospitalizado desde el mes de noviembre. (QEPD)
Una enorme carrera
Lando Buzzanca tenía una larguísima carrera a sus espaldas. Nacido en Palermo, Lando Buzzanca debutó en 1961 en Divorcio a la italiana, de Pietro Germi.
El éxito le llegó con El mirlo macho (1971), una comedia bien sexy de estilo italiano, dirigida por Pasquale Festa Campanile
Fue famoso, sobre todo, por haber encarnado mejor que nadie el estereotipo del siciliano apasionado y celoso, incluso para grandes directores como Pietro Germi y Antonio Pietrangeli.
Una evocadora imagen de 1938 de la avenida Zaragoza de la ciudad de Monterrey, NL, con vista hacia el Sur.
En la imagen podemos apreciar que en ese entonces Zaragoza tenía tráfico en ambos sentidos y en la parte posterior se aprecia la figura inconfundible del Hotel Monterrey (Inaugurado, el sábado 26 de agosto de 1933).
A la derecha en la fotografía el legendario cine REX (1937-1971) que exhibía desde el viernes 22 de julio de 1938 -como se puede ver en la marquesina y en la manta que cuelga de la misma- la película norteamericana EL ÚLTIMO TREN DE MADRID (The Last Train from Madrid) protagonizada por: Dorothy Lamour, Lew Ayres, Gilbert Roland y Anthony Quinn.
A la derecha el desplegado anunciando la película en el periódico ELPORVENIR publicado el viernes 22 de julio de 1938.
Me parece interesante señalar que la actriz norteamericana Dorothy Lamour tuvo en su carrera en el cine como Co estrellas a varios actores mexicanos, como en ésta con: Gilbert Roland actor mexicano muy exitoso en los Estados Unidos (nacido en la ciudad de México en 1905 y con el nombre de Luis Antonio Damaso de Alonso) y famoso Latin Lover del cine de Hollywood. Aquí también aparece el celebérrimo Anthony Quinn (Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca; nacido el 21 de abril de 1915, in Chihuahua, México).
Arturo de Córdova con quien Dorothy Lamour realizó varias películas, una de ellas Donde nacen los pobres (A Medal for Benny).
Nací en la ciudad de Monterrey, NL, México el martes 9 de diciembre de 1952. ¡Sí! Hace ya un buen tiempo… Sin embargo, los recuerdos más claros y vívidos de mi infancia y primeros episodios significativos en mi vida, corresponden sin duda a los años qué viví en San Antonio, Texas en los E.U.A. pues a mediados de la década de los 50 mi papá fue a trabajar allá y nos llevó a la familia con él, y quién ya desde esa época siendo yo aún muy pequeño, me inició en el rito de asistir con frecuencia a las salas de cine, visitas que desde luego dejaron tan profunda huella en mí que aún recuerdo tres películas de las qué vi en la ciudad tejana:
LOS 10 MANDAMIENTOS (The Ten Commandments de 1956). Gran súper producción dirigida por el legendario Cecil B. DeMille y estelarizada por un abultado número de estrellas de la época encabezadas por Charlton Heston, Yul Brynner y Anne Baxter que vi en el cine Majestic ubicado en el 224 E. de la Calle Houston en el corazón de San Antonio.
Aún resuena en mi interior la majestuosa obertura con la música que Elmer Bernstein compuso para la película; las impactantes escenas de la apertura y el paso por el Mar Rojo y la grabación a fuego de la Tablas de la Ley.
Por alguna razón que desconozco LOS DIEZ MANDAMIENTOS llegó a México con un retraso de ¡siete años! Y en Monterrey se estrenó el martes 20 de noviembre de 1962 en los cines Juárez, Reforma y Elizondo.
Aunque también recuerdo haber visto en San Antonio cintas como: EL COLOSO INVENCIBLE (The Amazing Colossal Man de 1957 / Dirigida por Bert I. Gordon con Glenn Langan y Cathy Downs) muy probablemente la primera película de ciencia ficción que vi en mi vida y que despertó mi afición al género…
y hasta la mexicana ANDO VOLANDO BAJO de 1959 con Luis Aguilar y Pedro Armendáriz, exhibida muy probablemente en el Teatro Nacionalen la esquina de la Calle Commerce y Santa Rosa, o en el cine Alameda ubicado este en el 318 W. de la Calle Houston.
Afortunadamente estos tres teatros se mantienen en pie, se han restaurado y siguen siendo centros para el arte y la cultura. Hechos que lamentablemente por el desinterés de los gobiernos estatales por la cultura no se replicaron con los templos cinematográficos de Monterrey.
Seguramente desde entonces nació mi afición al cine. Regresamos a la capital regia a fines de 1959, y la mayor parte de la niñez y adolescencia las viví en pleno centro de Monterrey, en el número 316 Oriente de la calle Mariano Matamoros, luego en una casa contigua hacia al Poniente, (Hoy parte de la tienda El Nuevo Mundo Monterrey) ambas entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza, muy cerca de los abandonados o ya desaparecidos cines de aquel sector.
La ubicación resultó sumamente estratégica pues estaba prácticamente rodeado de salas de cine. Primero hago un recorrido rápido para “peinar la zona”… Eso todavía lo puedo hacer… y que abarca las décadas de los 60 y 70s. Más adelante abundaré sobre cada una de las salas de cine, mis recuerdos y anécdotas.
A tan sólo dos cuadras y media, al Oriente sobre la Avenida Zaragoza entre las calles de Mariano Matamoros y Padre Mier se encontraba el Gran Cinema ELIZONDO, un poco más hacia el Norte en la esquina de Zaragoza con Juan Ignacio Ramón el REX (Luego reconstruido a principios de los años 70 como el OLYMPIA. Con la reconstrucción probablemente se aprovechó el espacio de lo que había sido el anfiteatro del Rex y se construyó el ATENEA) y más al Norte pero sobre la Calle Washington entre la Av. Zaragoza y la calle Juan Zuazua el PALACIO que tras una remodelación fue llamado LATINO. Vagos recuerdos tengo también del cine ZARAGOZA ubicado en la esquina Norponiente de Zaragoza y Washington.
Sobre la Avenida Juárez entre 5 de Mayo y Washington estuvo el nuevo, espléndido y moderno cine JUÁREZ que por mucho tiempo fue la sala principal para películas de estreno en la ciudad. Poco más al Norte sobre la misma avenida el tradicional Teatro Cine REAL RODRÍGUEZ entre las calles José Silvestre Aramberri y José Modesto Arreola.
Por los rumbos de la Alameda Mariano Escobedo estaban:
El colosal MONTERREY, sobre la citada calle de Aramberri en la esquina con Privada Alameda y exactamente frente a la Alameda.
El MARÍA TEREZA MONTOYA (Tereza así con “Z”) originalmente un teatro inaugurado en 1954 que fue acondicionado para proyecciones de cine y ubicado frente a la Alameda Mariano Escobedo –que merecerá también comentario especial por haber sido el primero en la ciudad de Monterrey con proyección en película de 70mm. y sonido estereofónico de 6 canales.
Subiendo al Norte sobre la calle Julián Villagrán se ubicaban: El ALAMEDA en el 515 Nte. de 1939 (Luego llamado VERSALLES) entre Santiago Tapia y casi llegando a Isaac Garza en la acera Noreste. El majestuoso ENCANTO, en la esquina Noroeste con Isaac Garza. Unos pasos al Norte y sobre la misma acera el BERNARDO REYES entre las calles de Isaac Garza y Gral. Jerónimo Treviño. Data de 1942. El entrañable ARACELI muy cerca de estos tres sobre el No. 740 de Isaac Garza, entre José T. Villagómez y Amado Nervo.
Sobre la Calzada Madero recuerdo especialmente cuatro salas en ese sector.
El LÍRICO en el 137 poniente de la acera Norte en la Ave. Francisco I. Madero, entre las calles de Colegio Civil y la Av. Benito Juárez. El REFORMA, hermano gemelo del cine Monterrey y también considerado un cine colosal por su capacidad para recibir hasta 4,500+ personas cómodamente, se ubicaba sobre la Calzada Madero en la acera Sur entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza. El teatro FLORIDA estaba ubicado en la acera Norte también entre las calles de Hermenegildo Galeana y Emilio Carranza.
El cine MARAVILLAS un tanto más hacia el Oriente estuvo localizado en la calle Dr. José María Coss 930 Nte. entre la propia Calzada Madero y Arteaga.
Ya más alejado se encontraban: El cine Brasil que tras una remodelación fue llamado Sala CHAPLIN ubicada en la calle de Héroes del 47, en 815 Nte. Entre José Ma. Arteaga y Gral. Carlos Salazar.
Sobre la Avenida Venustiano Carranza al Norte, el AMÉRICA entre Jerónimo Treviño y Gral. Carlos Salazar. Al Sur en la esquina de Venustiano Carranza y la Avenida Constitución se ubicó la sala BUÑUEL.
Más posteriores y que más bien corresponden a mi adolescencia están el RÍO 70 Un espectacular domo geodésico en la calle Serafín Peña Sur, 1051, entre Melchor Ocampo y la Ave. Constitución inaugurado en 1969.
El CUAUHTÉMOC 70 ubicado en Washington 505, esquina con la Ave. Cuauhtémoc en el Centro de Monterrey.
Desde luego hubo varias más salas de cine en Monterrey como el RALY, que merece comentarios especiales en otro artículo; el CINERAMA 2000 en Ruíz Cortínez y la Ave. Gonzalitos, en un edificio perteneciente a los Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey o al Sindicato; el 2001 también sobre J. Villagrán muy cerca del Alameda/Versalles y luego convertido a templo, pero no los conocí.
Las colonias de Monterrey también contaron con otras salas cinematográficas como por ejemplo el EDÉN (luego AZTECA, luego INDEPENDENCIA) en la Calle Querétaro esquina con calle Independencia precisamente en la colonia Independencia.
En la colonia Del Valle, sobre la calle Río Orinoco estuvo el CINEMA DEL VALLE entre Río Grijalva y Río Tamazunchale. Y en la misma colonia dieron funciones un par de salas en el CINE MOLL DEL VALLE, en el centro comercial del mismo nombre a las que se podía acceder por la Av. José Vasconcelos.
Todos esos cines fueron en buena medida mi patio de juego, especialmente el ELIZONDO en donde incluso llegué a entablar amistad con los proyeccionistas Don Agustín Briones y Don Santiago Alcorta quienes siendo yo apenas un mocoso me permitían entrar a la cabina de proyección y hasta “ayudarles” en su trabajo. Esto me facilitó que al llegar a la entrada del cine, sólo le dijera al “boletero” que recogía los cartoncillos de entrada -que iba a la caseta de proyección- y así me colaba subiendo por una de las escaleras laterales en color verde en forma de caracol (generalmente cerradas para el público) hasta el anfiteatro de aquélla catedral en donde estaba ubicada la “caseta” y que alojaba dos poderosos proyectores, pues en ese entonces las películas llegaban a los cines en unas “latas” metálicas conteniendo los rollos de la película con una duración de 10 minutos cada uno, por tanto cada cinta de largometraje de 35 mm requería de 9 o más rollos dependiendo de su duración total.
Entonces para qué la proyección fuera continua, los rollos impares iban en un proyector y los pares en el otro, así que cuando finalizaba la proyección del primer rollo, el operador o “Cácaro” accionaba el otro y estaban sincronizados con un mecanismo de tal manera que para el público era prácticamente imperceptible el cambio de rollo y de proyector. Sólo los conocedores se percataban de las marcas en la imagen que indicaban al operador que al rollo le quedaban 20 y luego 10 segundos para terminar. Cuando una película se exhibiría por varios días y a fin de hacer menos cambios de proyectores, se transferían los rollos a bobinas o carretes de dos en dos, disminuyendo así a la mitad los cambios. Ahí aprendí a pegar las películas, se hacía un pequeño raspado en la parte baja y a lo ancho del último fotograma o cuadro de un rollo, y al primero del siguiente y se unían con acetona. Recuerdo bien que el botecito de acetona que usaban para el efecto, estaba envuelto con un buen tramo de cinta de película y así con una base mucho más amplia evitaban que el bote se volteara y se derramara el químico. “Tretas” que brindan la experiencia y el ingenio.
Recuerdo que en una ocasión se me ocurrió sacar del proyector una bobina cargada con película recién exhibida, resultó más pesada de lo que imaginé y se me cayó sobre el pedal que cortaba la proyección del otro aparato que estaba en operación, los proyeccionistas no se percataron de inmediato hasta que se empezó a escuchar la rechifla del público y al ver la pantalla en negro deshicieron rápidamente mi travesura involuntaria.
Seguramente de todas estas visitas semana a semana a estas diferentes salas viene mi gusto por las películas, y gracias a mi padre pues obviamente él fue el primero en llevarme al cine.
La TV apenas transmitía unas cuantas horas al día a partir del mediodía y fue en blanco y negro hasta 1968, no había televisión por cable (sólo en un pequeño sector de la Colonia del Valle), y mucho menos Internet o teléfonos inteligentes. Mientras muchos de mis compañeros de la escuela salían a jugar, yo me iba al cine. El recorrido será siguiendo un patrón geográfico y no histórico.
Iniciemos ahora un paseo por los cines antiguos de Monterrey… mi patio de juego…