
Por Andrés Bermea para CINESAURIO
Una máquina perfecta de cine…
Hay películas que se disfrutan, y hay películas que son toda una experiencia. F1: LA PELÍCULA pertenece a ese exclusivo club en donde como espectador no sólo me entretuvo, sino que también quedé asombrado ante la precisión con la que está construida cada toma, cada corte, cada rugido de motor. Más que una simple cinta sobre autos, esta producción se levanta como una espectacular pieza de arquitectura e ingeniería cinematográfica.

Desde el primer minuto me quedó claro que aquí hubo algo más que presupuesto y cámaras caras con lo más moderno y avanzado de la tecnología fotográfica: hubo una idea clara, una visión poderosa y una planeación en extremo meticulosa. No hay un plano que parezca improvisado, no hay una toma de más. Todo parece diseñado con precisión milimétrica, como si el guion hubiera sido trazado con compás y escuadra, como un plano estructural, cuidando que la narrativa fluya con la misma elegancia que un monoplaza se desliza por la Eau Rouge – una de las curvas más famosas, icónicas y temidas del automovilismo-.

El guion es un acierto MAYÚSCULO. No se trata simplemente de contar la historia de una temporada de Fórmula 1 o de hacer un perfil bonito de los pilotos; hay una estructura narrativa que atrapa, emociona y empuja al espectador curva tras curva, sin dejar que baje la guardia. La película no se detiene a explicarlo todo con peras y manzanas, pero tampoco deja fuera al espectador menos familiarizado con la Fórmula 1. Encuentra ese punto medio que muchos documentales deportivos fallan en alcanzar: ser técnicamente detallada y emocionalmente accesible. No necesitas ser un experto en Fórmula 1 o en automovilismo deportivo.

Y luego está la cinematografía. Qué barbaridad. La forma en que se capturan las carreras, los entrenamientos, las miradas furtivas entre rivales, las expresiones faciales de todo el reparto y los rostros tensos en los pits… Todo está filmado con una belleza casi coreográfica. No exagero si digo que algunas secuencias —como las cámaras on board -es decir- montadas en el automóvil, durante los rebases más cerrados— rozan lo poético. No es sólo velocidad, es poesía en movimiento.

El sonido merece mención aparte. Si la imagen acaricia los ojos, el audio te atraviesa el cuerpo. Cada aceleración se siente en el pecho, cada cambio de marcha sacude la butaca. El rugido de los motores no está ahí sólo para acompañar la imagen: es protagonista. Es un diseño sonoro tan bien trabajado que, por momentos, uno siente que está en la pista y la verdad, fui consiente de que en varias secuencias estaba apretando hasta la última entraña.

La edición es otro triunfo. A pesar de sus 2 horas y 35 minutos de duración, la película jamás se siente pesada. Al contrario, el ritmo es tan fluido y tan bien calibrado que uno llega al final casi sin darse cuenta. El mérito aquí es doble: no sólo lograron mantener el interés, sino que lo hicieron sin sacrificar profundidad, emoción ni contexto. Todo indica que hubo una coordinación quirúrgica entre los cineastas y los operadores reales de la Fórmula 1, porque las secuencias de acción en las pistas, detrás de cámaras y entrevistas están ensambladas con una precisión que recuerda a los cambios de neumáticos en pits: veloces, certeros y sin margen de error. Si hay algún error, la verdad me vale, no los noté.

Lo mejor es que F1: LA PELÍCULA no se queda en lo técnico. Sí, es una maravilla de producción, pero también logra transmitir lo que hay detrás del glamour, los contratos millonarios y la rivalidad entre escuderías. Habla del miedo, de la ambición, del desgaste físico y emocional de los pilotos, del trabajo en equipo, de los sueños que ruedan a más de 300 kilómetros por hora y que, a veces, se estrellan contra el muro. Hay corazón, valor, preparación extraordinaria física y mental bajo el casco.
Me encantó el reparto y la magnífica “carburación” entre todos.

En resumen: esta no es sólo una película para fans de la Fórmula 1. Es una experiencia cinematográfica para cualquiera que admire el cine bien hecho, el cine pensado, planeado, y ejecutado con pasión y precisión. F1: LA PELÍCULA no es un simple documental ni una biopic más. Es un motor bien afinado y literalmente, una máquina perfecta de cine.
F1: La película: es una película dramática de acción deportiva estadounidense de 2025 dirigida por Joseph Kosinski, escrita por Ehren Kruger y producida por Jerry Bruckheimer que presenta el campeonato de carreras de Fórmula 1, creado en colaboración con la FIA, su organismo rector. La película es protagonizada por Brad Pitt (quien también es productor) a la cabeza con un elenco que incluye a Damson Idris, Kerry Condon, Javier Bardem, Tobias Menzies y Lewis Hamilton.
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FICHA TÉCNICA
- Título original: F1: The Movie
- Año: 2025
- País: Estados Unidos
- Dirección: Joseph Kosinski
- Guion: Ehren Kruger
- Reparto: Brad Pitt, Damson Idris, Kerry Condon, Javier Bardem, Tobias Menzies, Sarah Niles, Kim Bodnia
- Música: Hans Zimmer
- Fotografía: Claudio Miranda
- Género: Acción, Drama
- Duración: 155 minutos
- Fecha de estreno: 27 de junio de 2025
Investigación, texto y edición por Andrés Bermea y Mr. Chips
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